jueves, 28 de abril de 2011

Las alegres Comadres de Windsor

LAS ALEGRES COMADRES DE WINDSOR

Introducción:
Shakespeare escribió Las alegres comadres de Windsor en 1600. Esta comedia se representó a finales de 1600 o principios de 1601, al menos eso es lo que de ella se sabe.
            La tradición cuenta, que la reina Isabel, entusiasmada por la figura de Falstaff ( que ya había aparecido en la primera y segunda parte de Enrique IV y en el Enrique V, obras del mismo autor), mostró deseos de ver a aquel caballero, bebedor, fanfarrón y mentiroso en una intriga de amores.
También a Falstaff, se le conoce como el Sancho Panza inglés, debido claro está a su enorme barriga.
Esta comedia es una sátira, con multitud de juegos de palabras, e intrigas, muy del gusto de este autor.
E incluso en nuestros días ha sido representada en varios Teatros, y con una buena crítica.
Obra de teatro:
En primer lugar el juez rural Shallow, para salvar un poco sus dineros y hacienda, y aconsejado por sir Hugo Evans (cura galés), decide casar a su sobrino Slender con la señorita Ana Page, ya que ésta ha heredado de su abuelo una pequeña fortuna y además heredará más de su padre.
Shallow y Slender, van a ver al señor Page, en cuya casa creen encontrar a Falstaff, quien tiene una deuda contraída con el juez.
Falstaff que se encontraba en la casa, declaró haber matado un ciervo propiedad del juez, y el sobrino de éste, Slender le acusó además de que sus amigos Bardolf, Nym y Pistol, le habían emborrachado y vaciado la bolsa. Pero los tres bribones, lo niegan uno a uno. En el salón entra la señora Ford, la señora Page y la señorita Ana Page, Falstaff, se apresura a besar a la señora Ford.
            Y el juez Shallow, Slender y el cura Evans, se quedan hablando sobre la conveniencia de que el joven Slender se case con la señorita Page, y de que si él la puede llegar a querer como una esposa, a lo que el joven asiente gustosamente.
            El cura Hugo Evans y Simple (criado del joven Slender) entran en escena, y el cura le dice al criado que vaya a casa del doctor Caius, porque en su casa vive una señora llamada Quickly, que es una especie de nodriza y criada, que tiene influencia en la señorita Page, para entregarle una carta y que apoye las pretensiones del joven Slender de casarse con ella.
            Mientras Falstaff en la taberna, le cuenta al tabernero u hostelero que le sale muy caro el tener tres criados, y que si podía quedarse con alguno, el hostelero finalmente se queda con Bardolf .
            Falstaff, se queda con dos sirvientes y secuaces Nym y Pistol, y como de recursos  anda más bien flojo, les cuenta la idea que ha tenido, enamorar a la señora Ford , que según él, le dirige” miradas tentadoras”, y cree que estará dispuesta a enamorarse de él y a ser infiel a su marido. Todo ello claro está con un fin económico, porque se habla de que esa señora dispone libremente de la fortuna de su marido.
            Pero no solamente se ha fijado en la señora Ford,  sino que tiene las mismas intenciones y los mismos fines con la señora Page. Y para las dos tiene unas cartas, cada uno de los criado creen que son ellos los que van a llevar sendas cartas a cada una de las damas, pero no, Falstaff prescinde de sus servicios,( lo que hace que la fortuna que ya creían tener, se les vaya de las manos) y se las da a su paje Robin para que las lleve . Por lo que los criados, molestos con él, le juran venganza.
            La venganza, consiste en que cada uno de los criados  Nym y Pistol, van a contarle al señor Page y al señor Ford, las malévolas intenciones de Falstaff  con sus esposas.
            Mientras tanto, el criado Simple está en casa del doctor Caius, entrevistándose con la señora Quickly , la cual decide ayudar al joven Slender  en sus pretensiones con la señorita Page, pero pronto aparecerá el doctor Caius,  y avisados por el criado Rugby, hacen que Simple  se meta en un armario de la casa.
Al llegar el doctor, pide una caja verde, que se encuentra en el armario, y ante la tardanza del criado, decide ir él a buscarla y encuentra al criado Simple, le cuentan la historia del casamiento y que le envía el cura Hugo Evans, pero el doctor enamorado también de la  señorita Page, le envía una carta al cura, desafiándole en un duelo, y diciendo  cosas como: que es un sinvergüenza, “le voy a cortar los testículos”, y “ no le dejaré un testículo para arrojárselo a su perro”,  “a ver si no se mete donde no le importa”.
Después entra un joven caballero llamado Fenton, para hablar con la señora Quickly , la cual hace de celestina de los tres hombres:  el  doctor Caius, Fenton, y Slender, recibiendo dinero por sus trapicheos hacia la señorita Page.
La señora Page, recibe la carta de Falstaff, y no entiende el atrevimiento de  un hombre que ella considera hasta decrépito, porque ella no cree haber hecho nada que dé pie a semejante carta.  De camino a la casa de la señora Ford, se encuentra con ella, y las dos se enseñan la misma carta pero con diferente nombre, cada una de ellas  va dirigida a cada una de las mujeres. Y la señora Page, dice una frase que es muy famosa de esta obra de teatro :  ¡ Verdaderamente que pueden encontrarse  veinte tórtolas lascivas antes que un hombre casto!”. Las dos deciden vengarse, dándole una cita para estimularle en su amor, pero eso sí, sin que se enteren los respectivos maridos, el señor Ford es un hombre muy celoso, al contrario que el señor Page.
            Pero los vengativos criados Nym y Pistol, le cuentan al señor Ford y al señor Page, las intenciones de Falstaff, para con sus mujeres, y los maridos tampoco les cuentan nada a sus esposas.
            De pronto llega la señora Quickly, la cual viene a ver a la señorita Page, y a su vez, las esposas deciden hablar con la celestina.
            Mientras tanto, los esposos se encuentra con el hostelero de la posada donde vive Falstaff, y deciden hablar con él a ver que le sacan, pero además se enteran del duelo entre el cura galés sir Hugo Evans y el doctor Caius, decidiendo ir a verlo, y encontrarse  con Falstaff, pero que al presentarse  a él le tiene que decir  que es el señor Brook (es en verdad  el señor Ford).    
            La señora Quickly habla con Falstaff sobre la señora Ford y le cuenta que la ha enviado para decirle que el señor Ford, estará fuera de casa entre las diez y las once de esa misma noche. Pero además le dice traer otro recado de la señora Page, que está muy enamorada de Falstaff, lo cual le hace pavonearse, y sentirse  muy orgulloso de su oronda figura. Falstaff, le pregunta si entre ellas se han contado algo, a lo que la señora Quickly, niega rotundamente.
            Tras irse la señora Quickly, llega el señor Brook (es en verdad  el señor Ford) para hablar con Falstaff, el cual está pletórico, tras las dos conquistas que él cree haber hecho.
El señor Brook (Ford en realidad), le cuenta a Falstaff, que está enamorado de la señora Ford, que se ha gastado una fortuna en regalos hacia ella, pero que no ha obtenido fruto alguno, pero que confía en la cortesía, y en el buen hacer de Falstaff, para hacerla caer, ya que aunque él no ha obtenido ninguna respuesta, se dice que la señora Ford, si mantiene alguna que otra relación extramatrimonial, y así si hay alguien capaz de conseguir el amor de esta mujer ese es Falstaff, y ante él pone todo el dinero que quiera para poder conseguirla. Falstaff, le comenta la cita que tiene con ella esta noche, lo que hace que el señor Ford, esté más celoso que nunca, porque cree que su mujer le va ser infiel.
            En un parque cercano, el doctor Caius, espera al cura para batirse en duelo, pero el cura galés no aparece, y después de mucho esperar, y llegar el juez Shallow, el hostelero y el señor Page, se marchan todos. El hostelero, le cuenta que va a llevar al doctor Caius, a una fiesta donde se encuentra la señorita Page.
            Pero al final se encuentran el doctor Caius, con sir Hugo Evans, y el juez Shallow, el señor Page, Slender y su criado Simple, junto al hostelero, hacen que no se batan en duelo, y que solamente discutan. El doctor Caius, le increpa al cura por cobarde, y éste se defiende diciendo que él estaba en el sitio asignado para el duelo, y aquí está la cuestión, los dos han sido engañados por el hostelero, y llevados a distintos sitios, para así que no pudieran batirse en duelo, y salir dañados. Pero ahora los dos se hacen amigos en la desgracia de ser engañados por el hostelero, y deciden vengarse de él, ya que el doctor Caius, está muy contrariado, porque le dijo que le iba a llevar a ver a la señorita Page, y no ha sido así, y el cura también está enfadado por haberle llevado a un sitio que no era el concertado para el duelo.
Camino de su casa el señor Ford, se encuentra a la señora Page,  y al paje de Falstaff, que van a ver a la señora Ford, lo que enfada mucho más al señor Ford, el cual también se encuentra con el juez Shallow, el señor Page, Slender, el doctor Caius,  el hostelero y el cura galés, a todos invita a su casa, con el fin de pillar “in fraganti” a su esposa siéndole infiel con Falstaff, y también para  que el señor Page, se dé cuenta de la clase de mujer que también tiene, pues él cree que las dos mujeres son amantes de Falstaff, pero la conversación antes de entrar en casa, se va por los derroteros del casamiento de la señorita Page, su padre  el señor Page, está conforme en el compromiso con Slender, lo cual enfada al doctor Caius,  pero en nada consiente de los amores de su hija con el joven Fenton, dado que solo sabe hacer versos, y no tiene nada de fortuna. Mientras el señor Ford, insiste en que entren en su casa con él.
En el rato que las señoras han estado solas, la  señora Page, se esconde, y la señora Ford,  espera a Falstaff. Éste  entra adulándola y agasajándola con palabrería de amor, ella se deja, y dice estar enamorada de él, pero que cree que él también siente algo por la señora Page, él lo niega, y de pronto los criados le dicen que la señora Page, está a punto de entrar, la señora Ford, le dice que se esconda, y Falstaff, se esconde detrás de unos tapices.
 Entra la señora Page diciendo que el señor Ford, que sospecha de una infidelidad, viene a casa con todos los alguaciles de Windsor para sorprender a su galán, la señora Ford, le cuenta  (falsamente, pues es lo convenido entre ellas) que si, que hay un hombre en la casa, y ¿cómo pueden ocultarlo de su marido?, la señora Page, le dice:
-          “Mirad, aquí hay una canasta. Si él es de una estatura razonable podría agazaparse en ella y vos le cubriríais con ropas sucias como para llevar al lavado y puesto que todavía hay tiempo, enviarle con vuestros dos criados a los lavaderos de la ciénaga de Datchet”.

Falstaff, con tal de salvar el pellejo, y a pesar de lo gordo que está que casi no cabe en la canasta, a duras penas se mete en ella, le tapan con ropa sucia, y levantando la canasta con unos palos, los criados lo llevan a la ciénaga.
                Cuando los criados, salen, entran los señores, y preguntan qué llevan ahí, en la canasta, pues la ropa sucia le responde la señora Ford, y el  señor Ford decide registrar las habitaciones, pero no encuentran a nadie, mientras las esposas deciden seguir dándole su merecido a Falstaff, mediante otra cita concertada por la señora Quickly.
                La señora Quickly va a ver a Falstaff a la taberna, el cual está muy disgustado pues casi se ahoga en el Támesis después de que los criados de la señora Ford, le hubieran echado al río con la ropa sucia. Pero le trae nuevas noticias de que la señora Ford, quiere concertar otra cita con él, esa misma tarde entre ocho y nueve, porque su marido sale a cazar pájaros. Falstaff encantado de la noticia, le dice que la contestación es que irá a verla esta noche.
                Después de irse la señora Quickly, entra el  señor Brook (es en verdad  el señor Ford) , que quiere enterarse que ha pasado entre la señora Ford y Falstaff, el cual le cuenta al esposo, todo lo que ocurrió con la canasta de ropa sucia y que casi es encontrado por el “cornudo” de su marido, cuando salían los criados con dicha canasta, y también le cuenta la cita que tiene con ella esta noche; a lo que el señor Ford, piensa que esta noche no se escapara sin su merecido, aunque tenga que registrar cada rincón de la casa.
                Falstaff entra en casa de la señora Ford, llenándola de piropos y diciéndole lo enamorado que está de ella, ésta le hace entrar en otra sala de la casa, y después entra la señora Page, para hablar con su amiga, y haciéndose la tonta, de que no sabe que está allí Falstaff, y otra vez se refiere a que el  señor Ford y el señor Page, están abajo hablando de celos e infidelidades, y que sospecha del “caballero gordo”. Ya que la otra vez le han contado que se libró por meterse en una canasta de ropa sucia, pero que ahora él y todos los compañeros de caza volverán a registrar la casa hasta encontrarle.
 La señora Ford, le cuenta que Falstaff, vuelve a estar en la casa, como si la señora Page, no supiese nada, cuando al contario estaba enterada de todo, ya que era un plan ideado por las dos mujeres, dicen no saber cómo esconderle, y que si lo meten otra vez en la canasta, a lo que Falstaff se niega rotundamente. Finalmente deciden vestirle de mujer, pero ¿qué vestido de mujer le servirá a este caballero tan gordo?, pues la bata de la tía de la doncella de la señora Ford, que además tiene arriba un manto y un sombrero de paja. Lo que no se explican las señoras como el señor Ford, se ha podido enterar de lo de la canasta, y también deciden volver a hacer un poco el mismo juego, es decir que los criados lleven la canasta y se crucen con el señor Ford, además comentan las mujeres, que ojalá el señor Ford le descubriera vestido de mujer y le apalease a garrotazos.
Cuando los criados salen con la canasta, se encuentran con el señor Ford, el señor Page, el cura  Evans, y demás amigos, el esposo de la señora Ford, lleno de celos, les hace bajar al suelo la canasta y manda llamar a su esposa, ya que cree que Falstaff va en ella, los amigos le dicen que está loco que otra vez con la misma canción, pero él insiste que quiere ver lo que hay en la canasta, como no encuentra  nada en ella, decide otra vez registrar la casa, y en eso bajan la señora Page, con Falstaff, disfrazado de la tía de la doncella, a la cual el señor Ford, tacha de bruja y no quiere que entre en su casa, cuando se cruza con ella, la golpea, y además el cura Evans, comenta que tampoco a él le gusta aquella mujer, que es verdad que tiene aspecto de bruja, y además le ha parecido ver “ una gran barba bajo su velo”.
Tanto la señora Ford como la señora Page, deciden que para terminar de darle su merecido al caballero gordo, deben contarles todo a sus maridos y hacerles partícipes de su venganza.
El plan que trazan las esposas con sus maridos es el siguiente:
“Hay una leyenda que dice que un antiguo guardabosque de Windsor,  llamado Herne el cazador, vuelve al parque a medianoche con la frente coronada de astas de ciervo, y que se pasea alrededor de una encina, y allí deseca los árboles y ataca al ganado, hace que la vaca vierta sangre en vez de leche, y hace todo lo malo imaginable”.

Así deciden citar a Falstaff, junto a la encina de Herne, y decirle que vaya disfrazado con los cuernos de ciervo en la cabeza. Una vez que llegue allí, la señorita Page, el niño de los señores Page, junto a otro amiguetes del niño, estarán vestidos de enanos, gnomos y hadas de color verde y blanco, con coronas de “bujías de cera en la cabeza” (esto era como una especie de velas para ver en la noche) y carracas en las manos, hasta el cura Evans decide disfrazarse, y así orquestar un poco a los más pequeños.
 Una vez que esté Falstaff con las dos señoras, saldrán estos falsos enanos y hadas, le rodearan,  le pincharán y le quemarán con sus bujías hasta que confiese porque está allí. Y una vez que confiese, saldrán de su escondite los señores Ford y los señores Page con sus amigos, para burlarse de él y conducirle a su casa de Windsor.
Y con la algarabía del bosque, también el señor Page decide que su hija se vista de blanco y se escape con Slender, y la señora Page  que se vista de verde para que el doctor Caius, sepa quién es, la coja y se la lleve para casarse con ella. Pero la señorita Page, pretende engañar a su padre y a su madre, y marcharse con el joven Fenton, el cual queda con el hostelero para que procure que el vicario aguarde en la iglesia entre las  doce y  la una para casarse con ella.
La señora Quickly, lleva nuevas noticias a Falstaff, que se encuentra apaleado en el hostal donde se aloja, para que tenga otra cita en el bosque, según lo acordado con las dos señoras. Él cae otra vez en la trampa y decide ir al encuentro de su “enamorada”.
A las doce entra Falstaff en el bosque de Windsor disfrazado de Herne con la cabeza postiza de cuernos de gamo. Las dos señoras aparecen, y estando el gordo caballero tan contento por tener a las dos juntas, se empiezan a oír ruidos extraños, las mujeres deciden  huir, y aparecen los enanos, hadas y gnomos, rodean a Falstaff, le pellizcan y le queman con las bujías, mientras le recitan unas largas letanías sobre la lujuria, el pecado, el deseo etc., que queda reflejado en esta canción:
¡Vergüenza del pecado monstruoso!
 ¡Vergüenza del deseo y la lujuria!
 Fuego sangriento es sólo la pasión,
 Con impuros ardores encendida,
 que prende al pecho, cuya llama aviva,
 sin que sea posible su extinción
 Pinchadle, hadas, una por una;
 pinchadle por su villanía;
 pinchadle, y quemadle y girad en torno de él
 hasta que se consuman las candelas, las estrellas y el brillo de la Luna”.

Mientras tanto el doctor Caius se lleva a un hada vestida de blanco, también llega Slender y se lleva otra hada vestida de verde. Y el joven Fenton que es el que  se lleva a la señorita Page.




Las hadas y gnomos se marchan y Falstaff se quita el disfraz de ciervo, y salen de su escondite las señoras con sus esposos, burlándose de él, el señor Ford, le dice:
-“¿Qué tal, señor mío? ¿Quién es el cornudo ahora? Maese Brook,
Falstaff, es un bribón y un cornudo. Aquí tenéis sus cuernos, maese
Brook. De lo que pertenece a Ford no ha conseguido más que la canasta
de la colada, muchos palos y veinte libras esterlinas que será
forzoso reembolsar al señor Brook. Sus caballos están embargados por  insolvencia, señor Brook”
Las esposas, también le dicen que él no es de su agrado, y que desde el primer momento le habían tomado el pelo. Y que aunque el supuesto señor Brook le ha dado dinero, y en principio lo tendría que reponer, al final se lo perdonan por lo palos recibidos y la  venganza obtenida, de modo que el señor Ford, decide no tener más celos de su mujer y perdonar a Falstaff.
            Después el señor Page, que cree que Slender, se ha casado con su hija, y le llama yerno al encontrársele, se lleva un gran chasco cuando le explican que el hada vestida de blanco solo era un muchacho, al igual le pasa a la señora Page  cuando el doctor Caius le cuenta que se ha marchado con otro muchacho, y no con la  señorita Page. Por lo tanto ¿quién se ha casado con la verdadera Ana Page? el joven Fenton, lo explica todo, y como están enamorados desde hace tiempo el uno del otro, y una vez casados, ya no se puede hacer nada, los padres de la joven deciden acatar el casamiento y resignarse a lo que el cielo ha arreglado.
            Terminan caminando hacía sus casas y el señor Ford le dice a Falstaff:
-“ Sea. Sir Juan, maese Brook os cumplirá su palabra, porque esta noche se acostará con mistress Ford”

FIN

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